martes, 3 de marzo de 2009

ensayo sobre artes tradicional y nuevas manifestaciones.

En la actualidad podemos encontrar múltiples manifestaciones artísticas, que se han incrementado debido al interés que genera este tipo de expresiones, que van desde performances, pasando por arte urbano y el arte conceptual, pero todas estas han tenido un mismo punto de partida, que se encuentra en las artes tradicionales, no se puede pensar en el arte actual sin tener en cuenta el arte de academia, ya que si no se les puede igualar, si podemos ver uno como el resultado de otro.

El desarrollo de la producción plástica con las nuevas manifestaciones como el performance, arte urbano, arte conceptual etcétera, exige un arte de conocimiento, de reflexiones específicas. Su apreciación no se limita a mirar a simple vista. Sin las informaciones necesarias pasan desapercibidas las búsquedas y la profundidad de su lenguaje. Y se debe de ser muy cuidadoso pues aunque para el artista es evidente lo que quiere decir con su obra no basta saber pintar, mucho menos apropiarse de imágenes u objetos, es indispensable tener referencias y disponer de un lenguaje. Cada artista concibe su arte a partir de su propia teoría, aunque esta no esté formulada explícitamente.
Para hablar de arte actual es necesario aprender el método de observar su producción, es preciso ir del concepto a la obra y de la obra al concepto. Se comprende el arte a partir de la obra, un proceso ligado a la experiencia y al pensamiento.

Y cuando vemos en una obra realizada a través de estas nuevas manifestaciones y no tenemos claro la idea o el contexto que esta alrededor de la obra no tendrá sentido, o tal ves no la entenderemos y pasara de largo la idea principal de la obra, o como en muchos casos caerá en frivolidades y poses, que es en lo que últimamente cae el arte conceptual, pues se esta haciendo lo mismo, y se refugian en que retoman el concepto o se sacan justificaciones de la manga, no con esto quiero decir que todo deba tener un porque, pues es cierto que todo lo que hacemos tiene algo de subjetivo y de ideas que solo el autor podrá entender del todo, pero no podemos pensar en que por que estudiamos artes debemos de dejar atrás las reflexiones, la investigación y los conceptos.
Otra cosa que me parece de resaltar en el arte contemporáneo es la idea de que ya no hay cabida para las artes tradicionales, idea que al contrario de lo que se ha venido manejando en lugar de perjudicar y limitar, el conocer bien las artes nos permite una mayor experimentación de estas, pues como vamos a realizar una técnica mixta si no conocemos las limitantes y lo que me ofrece cada material. Estamos atravesando un momento donde es cada vez más difícil la producción cultural sin la interferencia de los media y de los intereses del mercado.

Por ello, el cuestionamiento que se propone a la estética contemporánea ante la llamada crisis del arte, debemos repensar el lugar que ocupa esta disciplina dentro de la sociedad y por reevaluar la importancia que ha adquirido en el debate sobre la cultura, las prácticas sociales y la subjetividad. Por otro lado, ello significa también la necesidad de cuestionar la pertinencia de los paradigmas sobre la autonomía del arte, mismos que la propia práctica artística en la actualidad ha puesto en entredicho. Dichos paradigmas responden a una concepción moderna del arte que desde la vanguardia hasta hoy se imponen, a pesar del tiempo transcurrido y la diversidad de las prácticas y los fenómenos artísticos desplegados desde principios del siglo XX hasta hoy.


Ahora bien entrando a las disciplinas tradicionales retomo una idea acuñada por Hegel en los finales del siglo XVIII como Filosofía del Arte, la Estética se consolidó como disciplina de lo bello, vinculada casi indisolublemente hasta hoy al arte, pero dejando de lado el estudio de la experiencia del sujeto ante el proceso de contemplación de la obra, tal y como Alexander Baumgarten –el fundador de la Estética- había planteado, el arte es una actividad intelectual y sensible al mismo tiempo, por lo que la Estética no puede ser menos que la ciencia del conocimiento sensible o gnosis inferior. Con ello respondía al rechazo latente que a mediados del XVIII algunos pensadores tenían hacia la creciente importancia de la razón en el conocimiento sobre el mundo, resaltando al mismo tiempo el papel que jugaban la percepción y la sensación en el conocimiento de la realidad. En lo general, en la teoría del filósofo alemán el término ‘estética’ no estaba enfocado solamente a la percepción del arte, sino que pretendía erigirse como ya hemos dicho, en ciencia del conocimiento sensible o, en lo que en su idea original vendría a ser una ciencia de la psicología de la percepción y de los sentimientos cosa que se puede entender fácilmente. En ese sentido, no es extremo mencionar que el valor artístico de una obra lo otorga justamente el lector al completar el significado de la obra en su proceso de recepción e interpretación de la misma; aquí es donde encontramos un punto medio entre las manifestaciones actuales y las artes tradicionales, por ello, en consecuencia, la relación resultante de la afectación mutua de la obra y del lector no puede entenderse como una mera circunstancia de la recepción, sino que debe concebirse como la interacción que configura la realidad artística misma de la obra, es decir, su existencia como arte, aún y cuando dicha existencia no asegure para nada su valor estético.
En cambio, el valor estético de una obra, según la Estética Tradicional, aparece vinculado a categorías valorativas que han pretendido erigirse como universales: la belleza como supuesto axiológico resulta ser un criterio estimativo que grita a todas luces su configuración cultural. Sin embargo, el paradigma del arte en la actualidad esta en lo estético desde el cual se han emplazado los juicios valorativos propios tanto del arte como de lo estético, redujo la discusión estética al arte y viceversa, evitando en cualquiera de los casos la esfera de la cotidianidad, es decir, la esfera de la interacción social y de las relaciones simbólicas indiscutiblemente presentes en ellas, desde donde también se percibe lo sensible.
No podemos dejar de pensar que por el simple hecho de ser arte contemporáneo dejemos lo estético y la idea de generar discursos que es lo que pretende el si la producción de arte.
No pretendo caer en contradicciones pero aunque bien he dicho durante todo este ensayo mis reflexiones acerca del las manifestaciones actuales y el arte tradicional, creo que las dos son muy validas y no se deben de dejar la una por la otra, como ya dije una es consecuencia de la otra, no podemos pensar que el arte conceptual apareció de repente, fue una consecuencia del “hastió” producido por las artes tradicionales, por rebelión, y así es como todas las vanguardias surgidas a lo largo de la historia se han ido generando, de procesos largos que llevar al entendimiento mejor de algo que transforman o complementan, que debaten o aplauden.

Debemos ver que lo que estamos produciendo ahora debe de tener sólidas bases para que no caiga y se pierda en lo banal.

Jardín Onírico. Maribel Portelas.








Esta muestra esta formada por cerca de 120 piezas de cerámica con engobe y en enormes dimensiones Son flores, árboles y diversa vegetación que miden desde 60 centímetros hasta dos metros de altura y forman un ambiente natural dentro de las salas de exposición del Antiguo Palacio del Arzobispado.
La intensión de la escultora es generar espacios a partir de la acumulación de estas piezas que nos dan la sensación de entrar a un jardín mágico.
Lo que es de destacar en esta muestra es la forma de construcción, y como a cada obra le da una textura y detalles que las hacen únicas, además nos presenta como puede generar un espacio sin tener que recurrir a elementos tan llamativos, al contrario sus piezas son orgánicas reflejando el carácter de lo mágico en su obra nos permite entrar en ese espacio y jugar a ser un personaje del jardín.